Es increíble pensar que Internet, eso que sustenta tanto nuestras vidas cotidianas, en realidad tiene apenas unas décadas. En el gran esquema de la evolución tecnológica, nuestra querida World Wide Web es tan solo una adolescente angustiada.

Los primeros años y la niñez temprana de Internet es lo que se conoce como Web1, fue el principio de todo. (Si tienes la edad suficiente para recordar los tonos de marcado y los mensajes de ausencia de AIM, puedes recordar esta fase relativamente bonita e inocente.) La infancia hasta los años preadolescentes vio surgir la Web 2.0, la versión de Internet que la mayoría de las personas usan hoy en día, cuya gran parte considerable gira en torno al contenido generado por usuarios en las plataformas de redes sociales.

Ahora, estamos en la cúspide de la Web3, un término que quizás hayas escuchado junto con frases de moda como criptomonedas, cadena de bloques y tokens no fungibles (NFT). Si bien la definición oficial de Web3 sigue siendo vaga, existe un consenso general de que esta nueva fase será descentralizada. En otras palabras, ningún gobierno ni corporación única la controlará. Piénsalo como una fase de rebelión de Internet, una liberación de mamá y papá.

Puedes seguir leyendo si deseas una breve explicación de la Web3, como también una guía de algunas tecnologías relacionadas.

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¿Qué es Web3?

Web3 es un concepto para redefinir la arquitectura e infraestructura de Internet. Si bien, en la actualidad existen algunas empresas muy poderosas que controlan en gran medida la Web 2.0, la Web3 estará basada en tecnologías de código abierto con la finalidad de distribuir ese poder y responsabilidad de manera más amplia. De esta manera, Web3 presenta la promesa de ser más transparente y justa, como también menos susceptible a la manipulación (al menos en la teoría).

Web3 consiste principalmente en sistemas basados en la cadena de bloques, un tipo de tecnología de libro mayor distribuido (DLT). Este desarrollo tecnológico combina dos pilares principales de la ideología de Web3: cifrado y “computación distribuida”, que distribuye la potencia de cálculo a través de una red masiva. Estas características garantizan un sistema en el cual la transmisión de información entre los usuarios se pueda rastrear y sea inmutable.

Protocolos de Web3

Los protocolos, o las capas fundacionales de código, crean un marco de “reglas básicas” de cómo funciona una cadena de bloques, cómo se almacenan las transacciones, cómo se transfiere la información, etc. (Los protocolos no son exclusivos de las cadenas de bloques, también son fundacionales para los sitios web. HTTP y HTTPS son dos con los que ya probablemente estás familiarizado.) 

Las criptomonedas y las cadenas de bloques, como Bitcoin y Ethereum, tienen sus propios protocolos exclusivos, que permiten proporcionar la misma clase de seguridad que las entidades centralizadas, como los bancos, son responsables en lo que respecta a los activos tradicionales. Los protocolos de criptomonedas también dependen del trabajo de fondo de los usuarios que realizan diversas acciones, como la creación de una cuenta, la apertura de una “billetera” de criptomonedas y la gestión de los datos.

Además de Bitcoin y Ethereum, algunos de los protocolos más comunes que se usan hoy en día son Ripple, Hyperledger y Corda.

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Ejemplos de Web3

Uno de los aspectos que más dificulta la explicación de la Web3 es que no es una sola cosa, en realidad, es una colección de ideas o tecnologías emergentes, la mayoría de las cuales tienen como base la cadena de bloques. 

Estos son algunos ejemplos de conceptos adyacentes de Web3 que están ganando terreno hoy en día.

Criptomonedas

Las monedas virtuales o las criptomonedas crean una vía de intercambio a través de una red informática no conectada con ninguna autoridad central, como un gobierno, un banco u otra institución financiera tradicional.

En el whitepaper de Bitcoin, un manifiesto de nueve páginas que se publicó en 2008, un creador anónimo llamado Satoshi Nakamoto sentó las bases para una nueva forma de moneda digital inmune a la interferencia o la manipulación de entidades externas. Desde entonces, Bitcoin y cientos de otras criptomonedas como Ether se tornaron muy populares en todo el mundo. Algunos países incluso han adoptado las criptomonedas como moneda oficial.

Algunas supuestas ventajas de las criptomonedas son las transferencias de dinero más asequibles, accesibles y rápidas, como también la protección contra el colapso de los sistemas financieros debido a un único punto de falla. Las críticas comunes son que las criptomonedas tienden a ser muy volátiles, tienen un impacto medioambiental potencialmente negativo y, a menudo, se usan en actividades ilegales.

Tokens no fungibles (NFT)

Los NFT están debajo de una categoría bastante amplia. En términos generales, son unidades no intercambiables de datos almacenados en una cadena de bloques. Más específicamente, pueden ser obras de arte, como fotos, videos o archivos de audio digitales. Pueden representar objetos tangibles e intangibles que varían desde las jugadas deportivas más destacadas hasta tarjetas coleccionables y “parcela digital” en el metaverso.

Al igual que las criptomonedas, son la forma de efectivo de la Internet descentralizada o Web3; los NTF son representaciones virtuales de activos como bienes raíces o bellas artes. Los NFT tienen información distintiva que denota irrevocablemente la titularidad: la creación y circulación de los NFT están protegidas por la naturaleza pública de los contratos inteligentes de la cadena de bloques.

Organizaciones autonómicas descentralizadas (DAO)

Las organizaciones autónomas descentralizadas, o DAO por sus siglas en inglés, son “comunidades pertenecientes a los miembros sin liderazgo centralizado”. Estos emprendimientos comerciales o clubes de entusiastas de criptomonedas reúnen a usuarios que tienen un objetivo específico, y cada miembro tiene una opinión en el proceso de toma de decisiones en pos de ese objetivo.

A diferencia de una empresa tradicional y jerárquica, en una DAO no existe un equipo ejecutivo ni gerencial, todos en la organización tienen voz y voto. Las DAO suelen ser responsables de recaudar dinero para una causa o fondos de comité para una iniciativa. Se puede crear una DAO para mantener una organización de caridad específica, un capital de inversión colectiva o crear una red profesional para compartir recursos laborales.

Las DAO están profundamente involucradas con muchos de los conceptos que se trataron anteriormente, como las cadenas de bloques y las criptomonedas. DASH, por ejemplo, es una criptomoneda que también es una DAO administrada por sus propios usuarios.

La próxima fase de Internet

A medida que la Web 2.0 crece, la información personal de los usuarios y el comportamiento de búsqueda se tornaron un servicio candente para la venta, principalmente entre empresas. Surgieron gigantes de las redes sociales, y con ellos, unas cuantas controversias con respecto a cómo se puede usar esa información y a quién le pertenece.

Los defensores de la Web3 esperan modificar esta dinámica de poder y regresarla a los usuarios. Creen que la Web3 dará lugar a una Internet más democrática y, en general, más estable, en la que los usuarios tengan control sobre sus propios datos.

Por otra parte, los críticos cuestionan si una Internet “descentralizada” es siquiera posible, y resaltan que muchos conceptos incipientes como las finanzas descentralizadas (DeFi) siguen remontándose a alguna autoridad principal. Al menos una figura tecnológica destacada ha considerado a la Web3 “más palabras de marketing moderno que realidad” al menos en su forma actual.

Aun así, está claro que existen muchas personas y organizaciones que quieren llevar a la Web3 a una adultez radiante. Algunos grupos como Web3 Foundation están trabajando para convertir sus nociones más idealistas en realidades. La misión de Web3 Foundation es “generar aplicaciones de última generación para protocolos de software web descentralizados”. Procura “beneficiar y producir estabilidad para el ecosistema de Web3”. 

Actualmente, el futuro de Internet es por un lado especulación y, por otro lado, es un progreso real, por lo cual no existe todavía una definición clara de Web3. Pero, independientemente del aspecto que tenga esta próxima fase, una cosa es segura: la maduración continua de Internet es inevitable.

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Este artículo no pretende ofrecer consejos financieros.